Todos sabemos que a medida que nos
alejamos de una fuente de luz, la intensidad de ésta disminuye, en Fotografía
es común utilizar fuentes de luz artificial y la intensidad de dichas fuentes
no sólo depende de la potencia de la lámpara de nuestro equipo, además influye
la distancia entre la fuente de iluminación y nuestro “sujeto fotográfico”.
Esta pérdida de intensidad lumínica también la podemos observar
con nuestra fuente de luz natural, el sol, si consideramos la forma de nuestro
planeta podremos visualizar que, la luz de “nuestra estrella” recorre una
distancia distinta para iluminar el ecuador, que la que recorre para iluminar
los polos. Sin embargo, para efectos de exposición no consideramos la diferencia
implícita en cuanto a intensidad de luz, esto se debe a que la diferencia
proporcional entre estas distancias es en realidad mínima, es decir, al
comparar la distancia que recorre la luz desde el sol al ecuador es
prácticamente la misma que la distancia recorrida entre el sol y los polos.
Pero qué sucede cuando nosotros utilizamos alguna fuente de luz artificial, bien sea una fuente de luz continua o alguna unidad de flash. En realidad, en estos casos estamos trabajando a distancias (en comparación) muy cortas, las podemos medir en metros, y al variar esta distancia, la diferencia proporcional en cuanto a distancia sujeto – fuente lumínica puede variar considerablemente, y por tanto el cambio de intensidad es considerable.
Si bien la “Ley del inverso de los cuadrados” es precisa sólo para fuentes puntuales de luz, ésta puede ser aplicada para la mayoría de los equipos fotográficos de iluminación. Podemos ver la expresión matemática para esta Ley en la fórmula # 1, y nos indica que:
“La intensidad de la luz varía inversamente proporcional al cuadrado de la distancia, entre la fuente lumínica y el plano de iluminación.”
Veamos esta situación, al alejar la fuente luminosa del plano a
iluminar, la intensidad de la luz disminuye (relación inversa), pero de forma
cuadrática, es decir si la distancia entre la fuente de iluminación y nuestro
sujeto fotográfica se duplica, la intensidad lumínica no disminuye a la mitad,
sino a la cuarta parte.
Si consideramos una fuente de iluminación puntual, la luz emanada
de ella se desplazará en todas direcciones conformando una esfera luminosa, sin
embargo, para fines prácticos en fotografía consideramos sólo una porción de
esa esfera luminosa, aquella que se dirige de la fuente luminosa al sujeto
fotográfico, es decir sólo el “cono de luz” que se dirige a nuestro sujeto
fotográfico, como vemos en el esquema anterior. Ahora bien, a mayor distancia
entre la fuente luminosa y la superficie iluminada, no sólo tendremos una menor
intensidad de luz sobre dicha superficie, además el área iluminada será mayor.
Supongamos una determinada fuente de iluminación que colocada a un metro de
distancia ilumina una superficie n con una intensidad lumínica x. Si retiramos
esta fuente de iluminación a dos metros de distancia, ahora la intensidad con
la que iluminará a la superficie será cuatro veces menor (x/4) al tiempo que la
superficie cubierta por luz será cuatro veces mayor.
Ahora bien, este concepto aplicado en el ámbito fotográfico nos
permite estimar la manera en que variará la iluminación con respecto a la
distancia entre nuestro accesorio de iluminación y el sujeto fotográfico. Por
un lado, cuanto varía la intensidad lumínica de nuestro accesorio de
iluminación, y por el otro, la superficie que cubrirá dicha iluminación.
Veamos, si nuestro accesorio de iluminación cubre una superficie
de un metro cuadrado y requerimos una exposición de f/11 para determinada
sensibilidad y velocidad de obturación, al retirar nuestro accesorio a dos
metros de distancia, entonces el área cubierta será de cuatro metros cuadrados,
pero la intensidad de la luz disminuirá en ¼, lo que en términos fotográficos
representa una disminución de dos pasos, por lo que la exposición en este caso
deberá ser f/5.6 para la misma sensibilidad y velocidad de obturación.
Ahora bien, si en lugar de “retirar”
nuestro accesorio de iluminación lo acercamos, lo anteriormente descrito es cierto,
pero en valores inversos. Supongamos el mismo accesorio de iluminación del caso
anterior, sólo que en esta ocasión acercaremos el mismo a medio metro de
nuestro sujeto fotográfico, ahora la intensidad de iluminación es cuatro veces
mayor, dado que el área iluminada es sólo una cuarta parte que el caso anterior
(25 cm.2), el cálculo lo podemos observar en la ecuación # 1, por
tanto, la exposición correcta en este caso deberá ser f/22 para la misma
sensibilidad y velocidad de obturación.
Referencias:
- Freeman, M. (1991). The 35 mm Handbook. Londres: Park Lane.
- Kerr, N. (1982). Thechnique of Photographic Lighting.New York: AMPHOTO.
- Varios (1979). Enciclopedia Práctica de la Fotografía. Barcelona: Salvat S.A.