La técnica de objetivo invertido es una más de las técnicas para la práctica de fotomacrografía, con la que podremos obtener aumentos de 0.8X o mayores. Si bien podemos utilizar cualquier objetivo para realizar esta técnica, lo más recomendable es utilizar objetivos con distancias focales menores de 50 mm.
La técnica de objetivo invertido, tal como su nombre lo indica consiste en acoplar el objetivo de nuestra cámara fotográfica en orden inverso, la parte trasera de nuestro objetivo al frente y viceversa, por lo que es necesario utilizar una cámara de objetivos intercambiables.
Consideremos que mientras que los objetivos angulares están diseñados para reducir el tamaño de la imagen formada con respecto al objeto fotografiado, los teleobjetivos, por el contrario, están diseñados para “aumentar” el tamaño de la imagen formada con respecto al objeto y que además los objetivos fotográficos están diseñados para trabajar a distancias mayores al frente del mismo y distancias menores por su parte posterior. De esta manera, al colocar el objetivo de forma invertida en la cámara fotográfica, tendremos que trabajar a distancias más cortas (acercamiento) y lograremos una imagen de mayor tamaño mientras menor sea la distancia focal de nuestro objetivo.
Si bien en principio se pueden utilizar objetivos de cualquier distancia focal, lo recomendable para esta técnica es utilizar objetivos con distancias focales entre los 20 y los 50 mm. Con un objetivo normal lograremos aumentos aproximados de 0.8X, con un objetivo 35 mm. aumentos aproximados a 1.3X, con un objetivo 24 mm. aumentos aproximados a 2X, mientras que con un teleobjetivo en realidad nos brindará muy poco aumento. Por otro lado, en el caso de angulares con distancias focales menores de 20 mm. nos encontraremos con que el elemento frontal de nuestro objetivo sobresale generalmente del cuerpo del mismo, con lo que se dificulta acoplarlo a la cámara, además nos darán distancias de trabajo sumamente reducidas e incluso pueden ocasionar una imagen viñeteada.
Para acoplar nuestros objetivos de forma invertida se requiere de un Anillo inversor. Éste es un aditamento que por uno de sus lados presenta la montura para acoplarse a la cámara fotográfica, por lo que debemos conseguirlo con la montura adecuada para nuestra cámara, mientras que por el otro lado presenta una rosca que se acopla al frente del objetivo de igual manera que un filtro, por lo que también debemos considerar el diámetro frontal del objetivo a utilizar.
Debemos tener en cuenta que al invertir nuestro objetivo perderemos la comunicación de éste con la cámara, por lo que perderemos la función automática de nuestro diafragma, aquél que nos permite enfocar con el diafragma completamente abierto. Situación que, en el caso de objetivos electrónicos, se ve aumentada ya que en este caso no podremos variar la apertura de diafragma, por lo que nuestro objetivo podría sólo utilizarse con el diafragma completamente abierto (con la respectiva pérdida de profundidad de campo) o bien con el diafragma completamente cerrado (con lo que observaremos imágenes muy obscuras en el visor) esto depende de la marca de nuestro equipo. Por esta razón, al aplicar esta técnica, se recomienda utilizar objetivos mecánicos en que se presenta un anillo para regular la apertura del diafragma.
Actualmente se están fabricando anillos inversores electrónicos que permiten la comunicación entre el objetivo y la cámara fotográfica pese a estar el objetivo invertido, antes de comprar alguno de éstos anillos vale la pena considerar si es el aditamento más conveniente dado lo elevado de su costo.
Si bien la técnica de fotografía con objetivo invertido no es muy compleja debemos tener en cuenta ciertas condiciones para la misma:
Al exponer la parte posterior de nuestro objetivo correremos el riesgo de que pueda entrar polvo o arena al interior del mismo, por lo que debemos considerar no exponerlo al medio ambiente por más tiempo del necesario, para lo cual deberíamos desmontarlo y guardarlo cuando no lo estemos utilizando o al menos colocarle la tapa trasera del objetivo.
Considerar que los elementos ópticos posteriores de nuestro objetivo están muy desprotegidos y que al trabajar a distancias muy cortas podemos rayarlo fácilmente. Podríamos acondicionar una tapa trasera de objetivo a modo de parasol, con lo que a la vez evitaríamos los artefactos producidos por luz que llegue de modo tangencial al elemento posterior de la lente.
Utilizar de preferencia un objetivo con anillo de diafragmas, consideremos que no es realmente necesario que sea de la misma marca que la cámara, ya que el montaje del mismo lo brindará el anillo inversor. Si se trata de un objetivo automático, recuerda que en éstos, el diafragma permanece abierto hasta el momento del disparo, lo que se activa con algún mecanismo generalmente instalado en la base posterior del objetivo, normalmente éste se puede bloquear, para transformarlo en un objetivo manual, con un poco de cinta adhesiva.
Salvo estas consideraciones debemos observar las recomendaciones generales para la técnica de fotomacrografía.
Referencias:
- Arnold, C., Rolls, P., Stewart, J. (1974). Fotografía Aplicada. Barcelona: Omega.
- Blaker, A. (1989). Handbook for Scientific Photography 2a ed. Boston: Focal Press.
- Webb, T. & Webb, A. (1981). Techniques of Biological Close Up Photography. Canada: Queen´s University.