Joseph Nicéphore Niépce (1765–1833) nace el 7 de marzo 1765, en Chalon–sur–Saöne, Borgoña. Nacido bajo la cuna de la burguesía intelectual de Francia se convierte en un “inventor intelectual”. Su conocimiento del proceso fisicoquímico se encontraba inmerso en las nociones alquímicas predecesoras de la química moderna, por lo que su trabajo parece carecer de una lógica científica. Asimismo confesaba su ignorancia en cuanto a los desarrollos en óptica. Niépce se aficionó al proceso litográfico, inventado por Alois Senefelder en 1798, importado a Francia hacia 1814 pero, viviendo en la campiña francesa, encontraba todo tipo de dificultades para conseguir los materiales necesarios para realizar este proceso, al parecer estas dificultades lo orillaron a experimentar con otro tipo de procesos.
Conocido por ser un hombre muy obstinado, decide inventar un método para producir múltiples copias de imágenes basadas en el proceso litográfico, a partir de una matriz lograda directamente por la acción de la luz, de donde se propone dos objetivos fundamentales:
- Obtener imágenes de la naturaleza por medio de la Cámara obscura, con la finalidad de producir múltiples copias.
- La reproducción de grabados existentes, con lo que se proveería de un medio lucrativo de distribución.
Buscando la solución al primer objetivo, en 1816 Niépce utiliza una cámara obscura, en cuyo interior coloca un papel sensibilizado con una solución de cloruro de plata, que intenta fijar utilizando ácido nítrico. La fijación de dicha imagen es parcial y el resultado, al decir del propio Niépce, es “imperfecto y un fracaso”, ya que la imagen es registrada como un negativo (los tonos de luminosidad se registran en forma inversa).
Para la consecución del segundo objetivo, en 1820, Niépce consigue obtener lo que denominó como sus primeras heliografías (dibujo al sol). Imágenes de grabados y otras copias logradas por contacto (sin utilizar la cámara obscura) utilizando para tal fin placas de vidrio, piedra, cobre y finalmente peltre, recubiertas con un barniz bituminoso (compuesto de betún de judea y aceite de lavanda), mismo que endurece al cabo de un tiempo de exposición a la luz (principio que da origen a la serigrafía). Ejemplo de esta técnica es la afamada heliografía de la pintura del Cardenal d’Ambroise.
En 1826 Niépce decide utilizar placas de peltre (aleación de zinc, estaño y plomo) recubiertas con barniz bituminoso, colocadas dentro de una cámara obscura que él mismo fabricó. Utilizando una exposición a la luz de ocho horas, logró endurecer diferenciadamente dicha emulsión (un endurecimiento directamente proporcional a la cantidad de luz recibida), que luego lavó con aceite de lavanda diluido en gasolina blanca. Las zonas expuestas a la luz endurecieron y por tanto no se disolvieron, dado que la capa de betún de judea (un derivado del asfalto encontrado en Siria) endurecida (zonas expuestas) aparece de color marrón sobre el fondo obscuro de peltre (en las zonas donde por falta de exposición el barniz no endureció) se logra una imagen positiva y permanente. La imagen que se considera como la primera obtenida por este procedimiento es la intitulada “Vistas de Grass” que muestran los tejados y el palomar situados frente al estudio de Niépce, esta imagen es considerada la primer Fotografía lograda.
Bibliografía:
- Beaumont, N. (1986). The History of Photography from 1839 to the Present. Londres: Secker and Warburg.
- Frizot, M. (1998). A New History of Photography. Alemania: Könemann.
- Leggat, R. (1995). A History of Photography; from its beginnings till the 1920s. Recuperado de: http://www.mpritchard.com/photohistory/
- Museo Maison Niépce; http://www.photo-museum.org/es/vida-nicephore-niepce/
- Soulard, R. (1974). Niepce, Joseph. En: Dictionary of Scientific Biography, Vol. X (118-119), Nueva York: Charles Scribner’s Sons.