Entrevista artificiosa de recuperación documental sobre la gran artista Tina Modoti

En esta descripción biográfica la maestra Fernández nos presenta una entrevista ficticia que pretende no sólo presentar algunos datos biográficos, sino además, brindarnos un panorama del carácter de Modotti.

P.- ¿Quién es Tina Modotti?

T.-Buena pregunta, soy Tina Assunta Adelaide Lugia Modotti Mondini nací en el año 1896 y fallecí en 1942, ya soy un mito que se ha divulgado. Mis tiempos de fotógrafa, actriz, espía, enfermera, mis amores, mi militancia, y mi muerte solitaria.

P._ ¿Qué nacionalidad tiene usted?

T.- Nací en Italia, pero también soy mexicana, española, alemana y rusa

P.- ¿Cuándo llegó a México?

T.- Me establecí en México entre los años 1923-1930 donde realicé mi mayor obra fotográfica y donde me convertí en activista revolucionaria desde el año 1927 colaborando con el Partido Revolucionario Mexicano.

P.- ¿Cómo entró al mundo de la Fotografía?

T.- Soy el vínculo entre las innovaciones de un fotógrafo llamado Edward Weston en México y la generación vanguardista de los años veinte y treinta con los fotógrafos Manuel Álvarez Bravo, Agustín Jiménez, José Torres Paloma. Entablé amistad con Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, Nahui Ollin, Antonieta Rivas Mercado, Frida Kahlo entre otros.

P.- ¿Fue musa de alguno de estos artistas?

T.- Posé para varios artistas fui su musa y modelo, para Diego Rivera, modelé para él, en la realización de los murales de la Capilla de Chapingo.

P.- ¿Qué le atrajo de este país llamado México?

T.- Es un país floreciente, misterioso, y quería descubrir lo surrealista que es, me dediqué a fotografiar las cananas y mazorcas mexicanas que simbolizan la libertad y la guerra revolucionaria.

P.- ¿Qué tipo de fotografía realizó en México?

T.- Me impresionó México, plasmé imágenes fotográficas estéticas, pero también relaté la visión de un país lleno de miseria e injusticia.

P.- Cómo pareja de Weston ¿Cuál fue su modo de vida?

T.- Estaba en mi plenitud de vida. Modelé para Weston, realicé desnudos, no he tenido inhibición por la desnudez.

P.- ¿Cómo la veía la sociedad de esa época?

T.- No estaban acostumbrados a una mujer liberal, causaba expectación, mi forma de caminar, de hablar, todo en mí era llamativo, y más para una sociedad que no estaba acostumbrada a ver a una mujer con esas características. El vivir con un hombre que no era mi esposo ni mi hermano, yo salía de noche y compartía la mesa en lugares públicos con varios varones, y tengo la costumbre de bañarme desnuda en la azotea de mi casa cuando llueve, realmente perturbaba a esa sociedad mojigata.

P.- ¿Por qué 1928 es considerado un parteaguas para usted?

T.- Después de la relación Edward Weston ya que él se regresa a Estados Unidos y decido no irme con él, me quedo en México.
Yo empiezo una relación con el revolucionario cubano Julio Antonio Mella, el muere en mis brazos cuando lo asesinan en una calle de México. Me acusaron injustamente de su muerte, decían que era cómplice del asesino. Al año siguiente me vuelven acusar las autoridades mexicanas del atentado hacia el presidente Pascual Ortiz Rubio, por lo cual me expulsan del país, y me voy a Alemania.

P.- ¿Estando exiliada en Berlín a que se dedica?

T.- Continuo mi trabajo de fotografía, me hago miembro de la Unión de fotógrafos de prensa y pública. Después viajo a Moscú donde trabajo para la Cruz Roja Internacional y estoy desde 1931 al 1934. Después me traslado a España al comienzo de la Guerra Civil Española, forme parte del Quinto Regimiento y tomé una sola fotografía, pero para mí no está relacionado el arte con la violencia de lo que ocurría en la Guerra. Me sentía incapaz de retratar lo que veía y me decidí por la lucha armada.

P.- ¿Cuándo regresa a México?

T.- Regreso en el año 1939 continuo con mi actividad política y sigo tomando fotografías

P.- ¿Cuántas exposiciones realizó usted como fotógrafa?

T.- Realicé una sola exposición individual en mi vida en el año 1929, reuní la esencia de mi trabajo. Tuve el apoyo de los intelectuales de México ante las agresiones que tuve del Estado mexicano hacia mi persona.

P.- ¿Qué fue lo que vieron los espectadores ese diciembre de 1929?

T.- Realicé 43 imágenes y fue calificada como la primera exposición fotográfica revolucionaria de México.

P.- ¿Te quedaste para siempre en México?

T.- Así es, vi por última vez sus calles, y su gente en el año 1942, iba yo en un taxi cuando sufrí un paro cardíaco respiratorio a la edad de 45 años. Mi casa ahora está en el panteón Dolores de la Ciudad de México. Pablo Neruda me dedico un verso el cual está en la lápida de mi tumba.

 “Tina Modotti, hermana, no duermes, no, no duermes; tal vez tu corazón oye crecer la rosa de ayer, la última rosa de ayer, la nueva rosa”.

Referencias: